Un estilo de vida saludable no sólo tiene un efecto positivo en el bienestar mental. También puede reducir el riesgo de enfermedades mentales. Las actividades deportivas contribuyen a la salud mental tanto como una dieta equilibrada y saludable. Esto favorece el sistema inmunitario y reduce el riesgo de muchas enfermedades. No sólo es importante qué y cuánto comemos, sino también por qué lo hacemos, por ejemplo por frustración, aburrimiento o satisfacción. Sin embargo, sobre todo en situaciones de estrés, el disfrute suele quedar relegado a un segundo plano. Por ello, es aún más importante ser consciente de los propios hábitos alimentarios.

El ejercicio regular, por ejemplo un paseo o actividades deportivas como la natación o el tenis, ayudan a reducir el estrés y contribuyen a una imagen positiva de uno mismo.
Dormir lo suficiente es un requisito previo para el bienestar mental. Varios remedios caseros y normas de higiene del sueño pueden favorecer un sueño saludable.
El alcohol y los cigarrillos se utilizan a menudo "para relajarse", pero son una carga para la salud y pueden provocar dependencia "MUY PELIGROSO".